Así es que me senté a esperar su llegada. Y los pájaros cantaron dulces melodías de luz vespertina. Y esperé. Y las hojas doradas por el otoño, cayeron mansamente sobre la tupida alfombra de hierba. Y me acomode entre las raíces de un arce descansando mi espalda en su áspera corteza. Y el árbol me acarició. Pero yo estaba dormida y no me dí cuenta. Entonces Dios trono y su relámpago cruzo los cielos y una voz profunda me dijo: ¿Qué esperas?. Conteste entonces. Espero a mi Dios. Y los truenos sonaron cual carcajadas lejanas: Llevo aquí todo el día llamándote pero estabas dormida.
Perdóna si no te atendía. Escuche los trinos de los pájaros. Observe la caída de las hojas. Y acabé durmiendo en este árbol oyendo el murmullo del arroyo. Hasta que tu trueno me ha despertado.
Ay!! Niña mía, si no hubiese tronado, no te habrías dado cuenta de que llevo todo el día llamándote.
He venido para que les digas a tus hermanos que están buscando en el lugar equivocado.
Diles que llevo un eterno tiempo esperándoles pacientemente en su propia casa. Pero está tan llena de objetos llenos de colores y sonidos, pero inservibles al fin ya al cabo, que ya casi no tengo ni espacio para Mí. Y con tanto ruido y alboroto no se enteran que estoy aquí.
Fíjate si estarán confundidos que han llenado la casa de espejos cuyos reflejos equivocan con la fuente de tal ilusión. Y lo más extraño es que se enfurecen con lo que ellos mismos reflejan y están tan ocupados intentando deshacerse del reflejo que no se dan ni cuenta de que tan solo es un fuego fatuo.
Piensan que están solos y aislados pero cómo podría suceder tal cosa si cada chispa divina de luz, que sois cada uno de vosotros, incluye en su luz a todas las demás chispas, al fin y al cabo todas sois YO SOY. Y es que lo único que existe es YO SOY; lo que ocurre es que para jugar en el Laberinto, bajamos a una dimensión inferior en la que actuamos a través de luz casi congelada y ello provoca reflejos que os han confundido.
Y verás tengo un problema y necesito que me ayudes, pues estoy continuamente hablándoles pero no parecen escucharme. Y claman mirando a lo alto : Dios mío ¿Dónde estás?. Lo cierto es que estoy confundido: estoy aquí dentro. Más cerca que tu mano o tu pie. Es que tú eres YO SOY.
¿Cómo pueden haberse identificado tanto con el cuerpo de luz congelada que Gaía les ha cedido en préstamo?
Y lloran porque tienen miedo del mañana. Tienes miedo al hambre, a la soledad, al dolor a la muerte.. Es curioso que no se den cuenta que son los Hijos de mis entrañas ¿Cómo podría ocurrir nada contrario a su naturaleza? Les he dado abundancia y acaparan miseria. Les dí una herramienta maravillosa para cocrear conmigo maravillas. Y cocrean dualidad y desgracia. Han acumulado tanto miedo que ahora para acercarse a mi deberán de sanarlo.
Yo no puedo ir contra las Leyes. Y en lugar de darse cuenta de lo justas y sabías que son, se empeñan en nadar contracorriente, en lugar de deslizarse suavemente corriente abajo hacia mi seno, pues tienen miedo de disolverse en ellos mismos.
Así que cargando con su fardo de miedos y miserias y sin reconocerse en los espejos que ellos han colgado, luchan contra si mismos pensando que les están robando lo que es imposible que nadie les robe.
Todos formamos parte de un todo abundante y rico. Nadie puede quitarnos lo que por naturaleza nos pertenece.
Gestan su propio destino sin darse cuenta que están cavando en el barro en lugar de construir sobre piedra viva. El polvo volverá al polvo. Los reflejos se diluirán en la noche.
Lucho con el otro que refleja lo que no quiero ver de mi interior, para acomodarle a lo que mi capricho cree que es correcto. Y oh!! Paradoja, es que me está reflejando lo que debo cambiar de mi propia sombra.
Debieran aceptar la Luz y las Tinieblas y amarlas y hacerlas danzar para elevarlas a una vibración superior. Pero intentan matar sus propias tinieblas y son medio seres incompletos que no pueden ascender de sus propias cadenas.
Mírate en la profundidad de tus ojos y observa como danzan Luz y Oscuridad en una abrazo eterno.
Porque todos somos UNO, reflejándonos en la dualidad de los espejos externos. No hay enemigo sino el miedo a conocernos como lo que somos: YO SOY .
Acepta que como es afuera es adentro. Acepta que tu y yo somos YO SOY. Y el resto es inexistencia y sueños.Somos soñados. Somos soñadores. Es hora de despertar ya.
DESPIERTA y acepta tu realidad, TU YO ESENCIAL: Puro Espíritu Inagotable, Abundante y Libre.
LA LLAMA DE LA DIVINIDAD.
Perdóna si no te atendía. Escuche los trinos de los pájaros. Observe la caída de las hojas. Y acabé durmiendo en este árbol oyendo el murmullo del arroyo. Hasta que tu trueno me ha despertado.
Ay!! Niña mía, si no hubiese tronado, no te habrías dado cuenta de que llevo todo el día llamándote.
He venido para que les digas a tus hermanos que están buscando en el lugar equivocado.
Diles que llevo un eterno tiempo esperándoles pacientemente en su propia casa. Pero está tan llena de objetos llenos de colores y sonidos, pero inservibles al fin ya al cabo, que ya casi no tengo ni espacio para Mí. Y con tanto ruido y alboroto no se enteran que estoy aquí.
Fíjate si estarán confundidos que han llenado la casa de espejos cuyos reflejos equivocan con la fuente de tal ilusión. Y lo más extraño es que se enfurecen con lo que ellos mismos reflejan y están tan ocupados intentando deshacerse del reflejo que no se dan ni cuenta de que tan solo es un fuego fatuo.
Piensan que están solos y aislados pero cómo podría suceder tal cosa si cada chispa divina de luz, que sois cada uno de vosotros, incluye en su luz a todas las demás chispas, al fin y al cabo todas sois YO SOY. Y es que lo único que existe es YO SOY; lo que ocurre es que para jugar en el Laberinto, bajamos a una dimensión inferior en la que actuamos a través de luz casi congelada y ello provoca reflejos que os han confundido.
Y verás tengo un problema y necesito que me ayudes, pues estoy continuamente hablándoles pero no parecen escucharme. Y claman mirando a lo alto : Dios mío ¿Dónde estás?. Lo cierto es que estoy confundido: estoy aquí dentro. Más cerca que tu mano o tu pie. Es que tú eres YO SOY.
¿Cómo pueden haberse identificado tanto con el cuerpo de luz congelada que Gaía les ha cedido en préstamo?
Y lloran porque tienen miedo del mañana. Tienes miedo al hambre, a la soledad, al dolor a la muerte.. Es curioso que no se den cuenta que son los Hijos de mis entrañas ¿Cómo podría ocurrir nada contrario a su naturaleza? Les he dado abundancia y acaparan miseria. Les dí una herramienta maravillosa para cocrear conmigo maravillas. Y cocrean dualidad y desgracia. Han acumulado tanto miedo que ahora para acercarse a mi deberán de sanarlo.
Yo no puedo ir contra las Leyes. Y en lugar de darse cuenta de lo justas y sabías que son, se empeñan en nadar contracorriente, en lugar de deslizarse suavemente corriente abajo hacia mi seno, pues tienen miedo de disolverse en ellos mismos.
Así que cargando con su fardo de miedos y miserias y sin reconocerse en los espejos que ellos han colgado, luchan contra si mismos pensando que les están robando lo que es imposible que nadie les robe.
Todos formamos parte de un todo abundante y rico. Nadie puede quitarnos lo que por naturaleza nos pertenece.
Gestan su propio destino sin darse cuenta que están cavando en el barro en lugar de construir sobre piedra viva. El polvo volverá al polvo. Los reflejos se diluirán en la noche.
Lucho con el otro que refleja lo que no quiero ver de mi interior, para acomodarle a lo que mi capricho cree que es correcto. Y oh!! Paradoja, es que me está reflejando lo que debo cambiar de mi propia sombra.
Debieran aceptar la Luz y las Tinieblas y amarlas y hacerlas danzar para elevarlas a una vibración superior. Pero intentan matar sus propias tinieblas y son medio seres incompletos que no pueden ascender de sus propias cadenas.
Mírate en la profundidad de tus ojos y observa como danzan Luz y Oscuridad en una abrazo eterno.
Porque todos somos UNO, reflejándonos en la dualidad de los espejos externos. No hay enemigo sino el miedo a conocernos como lo que somos: YO SOY .
Acepta que como es afuera es adentro. Acepta que tu y yo somos YO SOY. Y el resto es inexistencia y sueños.Somos soñados. Somos soñadores. Es hora de despertar ya.
DESPIERTA y acepta tu realidad, TU YO ESENCIAL: Puro Espíritu Inagotable, Abundante y Libre.
LA LLAMA DE LA DIVINIDAD.
